Para el caso que caiga en el cliché, pues bueno. Es mejor llover sobre mojado antes que pecar por defecto, ¿no? Increíble que una simple película me haya revelado (quizá esté equivocado, espero que Dios me dé la razón en el corto plazo) cuál es la finalidad de esta vida, por qué carajos estamos aquí y cuál es nuestra misión. Al ver cómo por coincidencias de la vida que llamamos, o cosas de Dios, o lo que sea, dos personas con historias muy distintas, se ayudaron entre sí y prácticamente cada uno se llevó parte del otro a la tumba. Lo que me asombra es el contraste entre estos dos caracteres: en una mano, tenemos el típico hombre superexitoso en su campo laboral y profesional, que después de romperse la espalda toda su vida para hacer fortuna, analiza que olvidó lo importante de mantener la balanza de la vida equilibrada. Este personaje fue vividor, inestable sentimentalmente, destacado por ser diferente ante los demás, pero ignorando por mucho tiempo que era de carne y hueso como los demás y que esa parte “instintiva” (por así decirlo) la dejó a un lado por su excesiva consagración a su trabajo.
En la otra mano está el hombre de casa, de una fuerte fe en Dios, de creencias fuertes y tradicionalista… pero que después de entregar su vida, su juventud a su familia, hijos, nietos, etc., descuidó esa otra parte de atreverse a hacer cosas “fuera de lo común” que sólo hay una vez para hacerlas…
El punto es muy simple: nadie ha dicho que sea fácil mantener un equilibrio en la vida, pues se supone que para “ser felices” es necesario encontrar ese equilibrio. Personalmente pienso que estoy en ese camino, aunque me pregunto si con el ritmo de vida que llevo sea el camino correcto. Esto es como responderme esas dos preguntas que nadie me ha formulado aún: “¿has tenido dicha en tu vida?” y “¿tu vida ha traído dicha a otros?” Creo que ese es el motivo por el cual Dios me ha enviado aquí. No creo en rótulos, etiquetas sobre roles o papeles que cada mortal deba desempeñar en este mundo, sino en que desde esos mismos roles nosotros cumplamos la misión que El nos encomendó. Claro está que El también nos envió aquí a ser felices, a buscar la felicidad siguiendo sus enseñanzas, dejándonos la libre elección de tomar el camino que queramos…
Entonces creo que me siento que voy por el camino que es, aunque soy consciente de muchas cosas podridas que tiene. Ahí es donde juega el carácter y la determinación para cumplir los objetivos que me tracé. Lo importante es ser feliz, vivir, probar (siendo consecuente con los riesgos que implique el “probar”-you know what I mean), reír, llorar, amar, odiar, sufrir… pero tratando de llevar dicha a otras vidas, con las cualidades que tengo como persona…
Es todo lo que tengo que decir.
BASADO EN LA PELÍCULA “THE BUCKET LIST”.
D.R.A., 03.02.2008